06 de juny 2006

La campaña II

Continuaremos donde lo dejamos. El siguiente vídeo promocional al que haremos referencia será el fabricado por los "republicanos". Muy amantes de hacerlo en casi todas sus propagandas electorales empiezan por poner a parir a sus contrincantes políticos en un intento de establecer comparaciones respecto a ellos mismos. La autocrítica, algo que en su caso empieza a ser del todo necesario, brilla por su ausencia al igual que en el resto de formaciones políticas, pero no obstante, también por cláusula contractual, muestran sin excesiva vergüenza la bicefalia actual del partido y aunque sólo sea una opinión muy personal compruebo como el ciclo político del más histórico de sus cabezas se agota por momentos. Entre la crítica y la bicefalia una tierna escena en la que parece un abuelo y su nieta hablando de las posibles razones para votar que no, razones que si bien son obviedades para todos conocidas, no dejan de ser auténticas verdades como puños.
Llega el turno de los "populares". La verdad es que los creativos no han tenido que forzar para nada el seso. La curiosidad reside en que no parece la imagen de ningún líder del partido así como tampoco aparece el rostro de ninguno de los actores que se limitan a realizar un recordatorio de lo buenos que eran tiempos pasados. Aparte del recordatorio sólo el repetitivo mensaje de "vota no", sin más razonamientos, por cojones, muy en línea de su ideario.
Y acabamos el recorrido con los "verdes iniciativos", los mismos que juraron y perjuraron que no se cambiaría ni una sola coma del articulado en lo que se refiere al artículo de derechos y deberes de los ciudadanos, pero que al parecer una obligada amnesia les impide ahora justificar ligeros pero importantes cambios de matices en el redactado. En este caso sí consumen la imagen de su líder sin racanerías para explicarnos tres o cuatro de las supuestamente muchas bondades del nuevo Estatut en un tono casi mesiánico y postular que adormece. El toque verde o el toque ecologista lo consiguen enseñándonos al eterno candidato paseando por verdes campos convirtiendo el mensaje en una bucólica imagen.
Y esto es todo amigos. Es lo es lo que ha dado de sí la visión crítica de esta propaganda. La conclusión, que más que conclusión podríamos decir denominador común, es que los políticos de este país se empeñan en creer que somos más tontos que ellos. Una pena.