28 de febrer 2010

Crisis

La verdad es que me parezco al presidente Zapatero por tardar tanto en hablar de la crisis, pero es que nos tienen a todos un tanto mareados con tantas cifras y con tantos datos y cuesta tener una visión más o menos objetiva y personal sobre el tema. Seguramente seremos lo suficientemente ignorantes como para no saber mucho o algo sobre el tema, pero remitiéndome a los hechos la ignorancia parece estar compartida con tanto sabio y tanto gurú de la economía que no supo adelantarse a esta especie de desastre que ahora estamos padeciendo. Hace poco en el programa Buenafuente el economista Sala i Martí decía que los economistas no eran adivinos y que por lo tanto era absurdo esperar que vaticinaran este desastre económico. Ahora bien con la misma regla de tres esperar que todos ellos tengan alguna receta específica para sacarnos de este embrollo sería, además de absurdo, algo estúpido. Por la edad y/o por los años acumulados esta es la tercera crisis que me toca vivir. La primera la del 1981 de la que recuerdo perfectamente como nos sentíamos amenazados justo el día antes de irnos de vacaciones por si a la vuelta de las mismas nos encontrábamos la fábrica cerrada. Por suerte no fue así. La segunda fue en el 1993, justo después de la gloria olímpica. En aquella ocasión la empresa, o mejor dicho los representantes alemanes de la multinacional, declaraban unas pérdidas de más de 130.000 millones de las antiguas pesetas. Una auténtica barbaridad.
Y la de ahora lo único que nos ha quedado claro es que empezó por el hambre devorador de la banca y de algunos especuladores, y la explosión de la burbuja inmobiliaria que hasta el más tonto veía venir creando un auténtico agujero negro donde está cayendo todo. Lo que sí nos ofrece el conocimiento básico de las matemáticas es que si dividimos el dinero que los estados han tenido que ofrecer a la banca para limpiar sus desastres prácticamente todo ciudadano del mundo mundial se convertiría automáticamente en millonario y a cambio del favor que "todos" a través de nuestros impuestos ayudamos a limpiar la cara y el culo de las entidades bancarias nos gratifican con unos índices de paro realmente intolerables y con un giro a la derecha de la mayoría de los gobiernos recortando políticas sociales y derechos adquiridos tras años de lucha obrera. Al contrario de las crisis anteriores algunas empresas no echan el cerrojo por alarmantes pérdidas o números rojos sino porque simplemente no tienen los beneficios esperados o porque no les parecen suficientes y por lo tanto optan por deslocalizaciones a países donde los derechos laborales brillan por su ausencia. No obstante yo me pregunto constantemente ¿qué pasará el día que estos países, o los trabajadores de esos países quieran alcanzar cuotas de bienestar parecidas a las nuestras? Lo digo porque llegará un día en el que ya no habrá país donde los costes laborales sean más bajos que los actuales así que habrá que crear una fábrica en la luna de obreros clonados y modificados genéticamente para que carezcan de inteligencia y espíritu crítico para que ni piensen ni pidan.
Ahora parece ser que el problema es que España y las empresas españolas carecen de productividad. No acabo de entenderlo sobre todo habiendo trabajado en una empresa donde se realiza el montaje en cadena y donde la situación más básica como la de apretar un tornillo lleva décadas siendo literalmente cronometrada así que poca opción existe para el escaqueo generalizado. Y hablando de productividad, a los primeros que deberíamos exigírselo sería a la misma administración, empezando por los políticos que la encabezan por la evidente y clara falta de ideas para sacarnos de esta situación y acabando por la función pública en general, ya que en cualquier ocasión todos hemos descubierto que determinadas gestiones con ella son un auténtico calvario de ir y venir y que por lo general el trato que nos dispensan es deplorable, obviando quien literalmente paga sus sueldos. Ahora parece que la gran solución es modificar el sistema de pensiones. Aunque a priori parezca una cortina de humo la insistencia empieza a ser preocupante. Recomiendo ver la entrevista que propongo a continuación:

http://www.tv3.cat/videos/2731650/Fargas-Allargar-la-vida-laboral-es-irrellevant-per-al-futur-de-les-pensions

La credibilidad de este señor puede ser tan cuestionable como la de cualquier otro que habla y dice, pero en fin, en mi caso particular, me aferro a su supuesta sabiduría simplemente por la originalidad de sus palabras.
También llevamos meses y meses escuchando que hay que reformar el mercado laboral, con la implícita amenaza de abaratar el despido, como si eso fuera la gran causa de que se hayan destruido más de 1 millón de puestos de trabajo en poco más de un año. La lógica nos lleva a pensar que cuanto más barato sea echar a alguien a la calle más gente se echará a la calle, pero llámenme ignorante. Lo que sí parece cierto es que tardaremos más de una década entera en volver al estado de riqueza anterior a esta crisis. Y lo que tristemente empieza a ser evidente es que nuestros hijos, por primera vez en la historia, vivirán peor que sus padres aun siendo una de las generaciones mejor preparadas de cuantas hubo.

Incompetencia suma.

10 de febrer 2010

Perdidos

Vuelve Perdidos, para mí un fenómeno televisivo sólo comparable con la serie Twin Peaks de la segunda mitad de los 80. Ésta es una de esas series que enganchan, por lo menos a los teleadictos. Ayer en el primer capítulo de la sexta y última temporada se aclararon algunas cosas pero se complicaron algunas más. A mí personalmente no me gustó al 100% el giro argumental pero habrá que darles un voto de confianza ya que sólo se trata del primer capítulo y los guionistas vienen anunciando que todo el mundo saldrá satisfecho de como acabará la serie.
A ver si es verdad.