07 de maig 2009

Lo puto Gusiluss

A falta de financiación y de cualquier otra cosa que desde Madrid nos quieran dar sólo nos queda consolarnos con el espectáculo cule, que no es poco.
Para una afición acostumbrada al sufrimiento y a la desesperanza eterna casi nos tenemos que pellizcar, semana a semana, para comprobar que no estamos soñando aunque realmente estemos contemplando un sueño.
Es tanto así que, incluso, nos conformaríamos con un solo título. Como diría un buen amigo "somos pobres hasta para pedir".