19 de març 2009

Desproporción

Como en los viejos tiempos. No haría falta añadir nada más después de ver, en imágenes, la contundencia que gasta nuestra policía autonómica arremetiendo a diestro y siniestro con todo aquello que se movía a su alrededor. Seguramente serían víctimas de múltiples provocaciones e insultos pero en eso se basa su propia existencia, en la capacidad de discernir cuál es una determinada situación de peligro o de inseguridad general que justifique la utilización de la fuerza. No es la primera vez. La policía actual debería diferenciarse de aquellos vestidos de aburrido gris precisamente por esa capacidad de análisis ante un insulto, ante unas palabras descalificadoras, antes de abalanzarse contra una muchedumbre enfadada o fuera de sí pero que todavía no había levantado su desnuda mano. La desproporción es un signo de prepotencia y tal vez sea un toque de atención ante los posibles disturbios sociales que debido a la situación económica pronto sucederán uno tras otro. De alguna forma la policía presentó sus credenciales como diciendo "ojito, que éstas son nuestras cualidades", cualidades, que por cierto, no se les ve cuando tratan con corruptos de traje y corbata. Curioso, sobre todo, que nuestra policía catalana esté comandada por un "iniciativo", amante de las fotografías y de las grandes reuniones de estado, pero que pierde constantemente el control de todo aquello que de él depende, así que la misma falta de recursos intelectuales nos las podemos aplicar nosotros mismos exigiéndole la DIMISIÓN por su crónica incompetencia.

Foto: El País

03 de març 2009

In Memorian



Quiero rendir homenaje a Pepe Rubianes, por ofrecerme la mejor noche de teatro de mi vida y por su irreverencia que tanto me gustaría imitar. Como decía una tertuliana del "El País" a este señor "no lo callará ni Dios". Yo también quisiera estar con Buenafuente el día del juicio final, partiéndome el culo de risa con ellos.

Foto: "El País"