15 de febrer 2009

Recomendación cinematográfica

La recomendación no es gratuita. Precisamente hoy domingo, he leído un artículo de prensa sobre el que ocupa el trono vaticano y en uno de los párrafos se dice textualmente que España es, hoy por hoy, un auténtico campo de batalla entre el laicismo y la intención de la Iglesia de, ya no sólo seguir perpetuándose a lo largo del tiempo, sino de retomar el centro de todo, tanto de decisiones como incluso de la moral de toda la sociedad por decreto. Como ya pasó en los años 30 del siglo XX en el que España se convirtió en un laboratorio tanto de material y estrategias de guerra y por qué no, también de muchos de los procedimientos fascistas que se reproducirían más tarde por toda Europa, ahora se repite la idea de experimentar en una parte del territorio mundial técnicas que después puedan ser empleadas en el resto del mundo. La película es parte de esa sutil lucha ya que muestra un extremo, que aunque por todos conocido suena a caduco, reaccionario, fundamentalista y para algunos francamente vomitivo. Por otro lado la conferencia episcopal amenaza sin descanso a nuestros gobernantes preocupados por unos supuestos 2 millones de votos que le serían restados por no respetar y salir sonrientes en la foto con la curia. Tal vez deberían pensar que también pueden ser otros 2 millones a los que nos cueste entender tanta complacencia con el clero y que decimos basta ya de concordatos o que no soportemos más tutelas religiosas en nuestras vidas. Dice Benedicto XVI que sin Dios la sociedad no tiene futuro, es decir, sería ingobernable y ya sólo esa afirmación es un insulto a la inteligencia humana. Al margen de que Dios debería residir única y exclusivamente en el corazón del que lo quiera la curia lleva tiempo dando bandazos de timón hacia los extremos y eso la aparta de la conciencia colectiva cada vez más preparada para el relativismo. Habla el artículo, también, que tiene que existir debate interreligioso y yo me pregunto: ¿cómo puede haber debate entre mentiras?, ¿qué clase de acuerdos pueden producirse entre partes que basan su existencia en opuestos actos de fe? Quizás sólo exista el acuerdo de no beligerancia entre las partes aunque si tomamos metáforas del ámbito económico vemos como las compañías energéticas se pasan el día intentando robarse las unas a las otras sus respectivas clientelas.
Lo dicho, la película no tiene desperdicio, de lo mejor del cine español en muchos años y no puedo sacarme de la cabeza como Camino le dice a su hermana después de oírla decir que le tenía envidia porque pronto se reuniría con Dios:
¿Quieres que rece para que tú también te mueras?