¿Cómo podría pasar sin decir nada de la carrera del domingo pasado? Parece ser que a este hombre, a Alonso, al fin las cosas le empiezan a ir bien. Corre el rumor generalizado de que es persona de carácter agrio e incluso impertinente, pero sobre eso también tendríamos que entrar en ese debate de que si cualquier persona pública o relativamente famosa tenga que tener la facultad de poseer una infinita paciencia para soportar el clamor popular y las impertinencias de muchos de sus fans. Depende del día tengo una opinión totalmente opuesta a la del día anterior sobre este tema. Lo que no se puede poner en cuestión es la competencia y el trabajo bien hecho del personaje que después de dos o tres años transitando por el desierto y padeciendo la incompetencia y la envidia ajena al fin dispone de los medios necesarios para poner toda su sabiduría y capacidad en beneficio de su trabajo. Sea o no sea un borde recalcitrante no me queda otro remedio que descubrirme ante su buen trabajo y alegrarme por su victoria (incluso me despierta el poco amor patrio que me queda). Ahora bien, la carrera fue de las más aburridas de cuantas he visto, así que hablando de competencia o de incompetencia, ésta se puede poner en cuestión sobre aquellos que han dibujado las normas que rigen el campeonato de este año.
Y sin abandonar el aspecto deportivo decir que al final se ha confirmado la noticia de que Pep Guardiola ha sido elegido por votación popular "Català de l’any". Respecto a tu comentario, querido amigo, no me quieras tan mal por insinuar que este caballero del deporte pueda algún día vestir de color blanco. Nada es imposible, lo sé, pero ya sufrimos un pseudo infarto cuando Figo se fue de aquí para irse a las filas de la competencia. Aquello nos marcó de tal manera que nos bloqueamos automáticamente la mente para imaginarnos que pudiera volver a suceder algo parecido con el que ahora convertimos en salvador de la patria, que aparte de ser futbolista lee a poetas catalanes y dialoga con frecuencia con cantautores anarco nacionalistas ahora ya retirados. Espero y deseo que mis ojos no puedan ver jamás tan alta traición.
Y respecto a los cortes de luz y de otros servicios básicos que se han producido en las comarcas de Girona habría que llenar folios enteros y aún así no podríamos obtener una respuesta coherente sobre lo sucedido. Esto sólo hace que reafirmar mi obsesión en obtener una respuesta a una pregunta que lancé años atrás cuando Gas Natural quiso absorber a Endesa. En primer lugar sigo preguntándome cómo puede ser que una empresa nacional como lo fue Endesa, y que entre todos los españoles mediante sus impuestos financiaron sus infraestructuras esté hoy en día en manos de una empresa nacional italiana. ¿Porqué se privatizó un servicio básico? Esto hay que agradecérselo al Sr. Pizarro y al Partido Popular a quien nadie les gana en llenarse la boca de patriotismo, hasta el punto de oírles decir que “antes extranjera que catalana”. Lo mismo podríamos decir de Telefónica que, por lo menos, sigue en manos de inversores españoles. Y eso no sería tan problema si básicamente no tuvieran el monopolio del servicio que prestan, pero es que ahí reside la base del problema, que no podemos mandarlos a la mierda por su deficiente servicio. Volvemos también a recordar que constantemente nos dicen que no somos un estado productivo y tal vez tengan razón. Aquí tenemos un buen ejemplo de improductividad.Lo curioso es que nos tachan de independentistas, que lo somos, pero cuando aquí cae una nevada importante que destroza infraestructuras no aparece ni el ministro más minusvalorado del gobierno central para preguntar... ¿qué necesitáis? Más bien todo lo contrario, el mismísimo ministro de industria no se corta un pelo al decir que sobre lo acontecido en Catalunya con las eléctricas no tiene la más mínima competencia. Tiene razón, es un auténtico incompetente.
Y qué más quieres que te diga, querido amigo, por aquí todo igual, esperando que esta noche el Barça pase su eliminatoria, por cierto, todo lo contrario de lo sucedido con el equipo del reino, los blancos. Pero seremos cautos y no dejaremos que la soberbia nos invada.
Para acabar un chiste:
Dos tíos que se encuentran por la calle y uno le pregunta al otro:
-¿Es usted humilde?
-Por supuesto, el que más!!!
(El que responde se apellida Laporta)
