16 d’octubre 2006

Strike Dani

Strike. Para los que hemos jugado alguna vez a Bowling (a los bolos, en castellano) reconocemos la palabra Strike como a la jugada en la que de un solo bolazo somos capaces de derribar todos los bolos. Este domingo en Portugal Hayden se disfrazó de bolo o así debió de verlo Dani que de una sola tirada lo derribó en muchos sentidos. Ahora tengo el dilema de ser políticamente correcto o de decir realmente aquello que sinceramente pienso. Así que desenfrenado optaré por la segunda opción. Dani con su sentido de la educación bastante exacerbado corrió a pedir disculpas a su compañero de escudería, que no de intereses, después de su primera lección a los demás de que tal vez a partir de ahora deberán pensárselo más de dos veces antes de dedicarle alguno de los feos a los cuales le tienen acostumbrado. La torpeza fue evidente y eso no es otra cosa que la muestra de que Dani, hasta el día de ayer, nunca había probado de empujar a nadie como constantemente lo hacen con él y que quizás harto ya de tanto empujón decidió de una vez por todas empujar él también, aunque la falta de costumbre y la poca sabiduría en este menester hizo que las consecuencias fueran fatales, sobre todo para él mismo ya que acabó en el suelo y nos privó de un más que supuesto espectáculo. Al otro, sinceramente y desde mi más modesta opinión que le den, que le den y que le sigan dando los mismos empujones que a él, curiosamente, se le ha visto dar, casi en exclusiva, precisamente al ejecutor de su desgracia. Y es que todo hay que decirlo, porque al final las cosas pierden sentido y lo que es es y lo que es es que pretender ganar un mundial ganando una sola carrera desluce mucho el nivel y las prestaciones de un campeonato cuya competitividad sube día a día. Personalmente creo que lo único que le salva es su procedencia. Si no fuera norteamericano la paciencia de los dueños del equipo ya haría tiempo que se hubiese agotado. Rossi volverá a ser campeón habiendo dado muchos puntos de ventaja a principios de temporada pero básicamente volverá a serlo después de habernos ofrecido espectáculo, espectáculo un poco ensombrecido por su maleducada verborrea con la que últimamente adorna el temor de ir viendo que quizás su ciclo se devanea por la curva del descenso. Soplan tiempos de cambio en la categoría reina del motociclismo y buscando en las hemerotecas encontraríamos el día en el que Crivillé no quiso arrugase ante Doohan acabando ambos por los suelos en una de las últimas curvas de la última vuelta de una carrera en Australia. En aquel entonces ambos eran también del mismo tipo, aunque ambos iban lo suficientemente destacados del resto como para pactar estrategias con tranquilidad pero, como ahora también es el caso, hasta aquel momento siempre había cedido el mismo, igual que ayer. A Dani nadie todavía le ha pedido disculpas de nada, exceptuando Stoner, que se las pidió el sábado después de entorpecerle la vuelta rápida.
Los romanos al ver pasar al César lo saludaban con un "Ave César", y a Dani cuando intenten adelantarlo deberán pensar: "Strike Dani"