30 d’octubre 2008

Se acabó.



Lástima que terminó, el festival de...
La verdad es que ha sido una temporada algo rara para los aficionados del motociclismo. Por una parte el sentimiento patrio nos hace sentir un tanto tristes por no haber conseguido ningún título mundial en este 2008, pero, en especial, a los seguidores de nuestro amigo Dani que sumamos un diminuto plus de decepción ya que esperábamos que por fin se acercaría con serias posibilidades a conseguir su primer título de Moto GP. La decepción quisiera que no se entendiera como un reproche sino como una contrariedad de que no se haya podido proclamar Campeón del Mundo. Lo único reprochable hacia Dani es que quizás debido a sus múltiples problemas de sus múltiples condicionantes se le haya visto excesivamente serio y como si no estuviera disfrutando de aquello que hace. De todas formas 11 podios a diferentes alturas no es ni mucho menos un bagaje desdeñable. Por otra parte y para ser justos reconocer que una vez más Rossi se ha mostrado como el mejor piloto de motos de todos los tiempos, y no sólo se ha mostrado sino que lo ha demostrado. Lo mejor de toda la temporada el adelantamiento que Rossi le hizo a Stoner en el sacacorchos de Laguna Seca y el pique que mantuvieron toda la carrera. A destacar también a favor de Rossi es que ha podido ser Campeón del Mundo sin recurrir a la mala educación y manteniendo su eterna sonrisa y positividad. En las demás categorías deberíamos destacar auténticos carrerones tanto en 250 como en 125 cm³. Lástima de la lesión de Barberá y de las innumerables caídas de Márquez que con sólo 15 años apunta buenas maneras. Así que... pronto volverán, las diversiones, Porky, Porky, nuestro rey, favorito, sin igual.