04 de gener 2009

Bus ateo

Interesante noticia la de que un grupo de ateos ha recopilado el suficiente dinero como para que dos autobuses de TMB, que recorren la ciudad de punta a punta, lleven durante dos semanas, la siguiente publicidad:

"Probablemente Dios no exista. Deja de preocuparte y disfruta la vida"

Ante la tendencia marcada durante 2000 años de historia en la que nos hemos visto rodeados de miedos, leyes teológicas y un sin fin de amenazas celestiales parece que la tendencia se tuerce hacia un nuevo rumbo. Los que encabezan esta acción se autoproclaman como "libre pensadores" y sólo la definición ya es bonita por sí sola. Porque es verdad que el pensamiento, aunque normalmente oculto es nuestra partícula de libertad más íntima, indestruible e irrenunciable, así que considero motivo de celebración que el pensamiento libre se convierta en acción, y de la forma más racional posible que simplemente genera una duda u otro pensamiento o simplemente un debate pausado. La noticia ha aparecido en varios medios de comunicación y en algunos de ellos, alguno de nuestros ilustres filósofos, cuestiona la forma ya que según él las religiones no deben debatirse en la calle ya que podrían ocasionar conflictos entre personas y que este tipo de debates sólo deberían realizarse en determinados foros o medios. Entristece pensar que incluso algunos filósofos que se autoproclaman progresistas pongan en duda la capacidad de la población para afrontar determinados debates y que pretendan tutelarnos, como siempre, incluso a la hora de pensar o desarrollar una idea o teorías muy personales. Los conflictos han existido siempre, y la mayoría de las veces fomentados por esas mismas religiones que ahora unos cuantos empezamos a cuestionar, tanto en su metodología como en su concepto, ya que el raciocinio y la lógica choca frontalmente con sus postulados e increíbles historias. Considero que son muy "saludables" iniciativas como éstas, que como mínimo servirán para crear debate, esperando que los cuestionados sepan intervenir en él de forma razonable, a diferencia de lo conocido hasta el día de hoy.