08 de juny 2007

Ley de la Dependencia. Capítulo 1.

157 días después de la entrada en vigor de la Ley he podido entregar la solicitud de valoración. Reconozco no haber sido de los primeros ya que el día 21 del pasado mes de mayo se abrió el plazo de presentación de solicitudes pero ahora os explicaré porque no he sido de los primeros. En primer lugar no tenía claro si debía o no hacerlo ya que en una información emitida en un telediario se indicaba que a partir de determinado grado de invalidez no sería necesaria una nueva valoración. La información, aunque de forma ambigua, me la confirmó alguien que al final sí respondió a la llamada al teléfono 900 300 500. Digo ambigua porque si bien lo confirmo me dijo que aún siendo así debía presentar la solicitud de la misma forma que en caso contrario. Conseguir el modelo de solicitud en Internet no fue difícil aunque el descargado directamente de la página Web de la Conselleria pertinente no permitía su edición por lo que debías de complementarlo a mano o con la vieja Olivetti almacenada en el desván. En una de las hojas se relacionaba toda la documentación necesaria para complementarla solicitud y entre ellas figuraba la necesidad de adjuntar un informe médico de no más de dos años de antigüedad. Primer problema. Como "gran alivio" indicaba que en caso de no tener un informe de estas características era suficiente rellenar otro modelo de documento que se adjuntaba en la descarga y debidamente firmado por el médico de familia, antiguamente llamado de cabecera. Y allí que fui. Como siempre pagué la novatada ya que fue el primero que aquel buen señor se disponía a rellenar y me dejó la mitad de los campos del documento en blanco, incluso el número de la referencia de mi enfermedad en el Código Internacional de Enfermedades. No hubo problema, al final lo encontré yo mismo en Internet, la Sagrada Biblia de todo. El resto la documentación no me fue difícil recogerla ya que la tenía toda en mi poder y sólo tuve que fotocopiarla. Me miraba y remiraba aquel informe médico y me resultaba un tanto penoso tener que resumir todas mis malfunciones en aquel tristísimo papel así que reclame a mí especialista, que parece ser el único conocedor de mis deficiencias, tuviera a bien llenarme con la mayor brevedad posible el mismo modelo de informe, y como siempre se brindo a hacerlo raudo y veloz. Y así fue que a la semana y media de habérselo solicitado me llamó directamente a casa para decirme que ya estaba disponible en su consulta para pasarlo a recoger. Una vez más tengo que agradecerle otro favor que si bien podríamos entender que no lo que es no puedo renunciar a reconocerlo como tal simplemente por la predisposición y el interés que siempre muestra ante mis peticiones. Gracias Josep.
Ahora sólo toca esperar un tiempo indeterminado pero mis sospechas son de que quizás veamos acabar el año sin resultados ni noticias de esta fabulosa Ley por lo que tanto unos como otros se ahorrarán ciertas cantidades en el desarrollo de la ley e incluso los problemas de insuficiencia que ella comporte. Sólo hay que mirar el calendario para entender que falta poco menos de un año para las próximas legislativas. Qué mal pensado soy.
Seguiremos informando.