19 d’agost 2006

Tonterías

Ando días dándole vueltas a un tema un poco tonto. Llevo días mirando el televisor viendo como no paran de informarnos como la policía británica ha desarticulado un complot que pretendía hacer explotar no sé cuántos aviones en pleno vuelo que supuestamente debían dirigirse hacia Estados Unidos. Y me pregunto una y otra vez ¿será verdad? Y es que muchas veces acabo por maldecir esta tendencia innata que tengo hacia la conspiración, a pensar que todo es producto de más o menos evidentes conspiraciones por qué... ¿cómo puede ser que todavía no hayan sido capaces de detener a ningún responsable de la matanza en el metro de Londres y sin embargo han podido desarticular semejante trama? Y toda esta paja mental sólo me lleva al convencimiento, en el caso de ser así y de no serlo también, que las "clases" dirigentes se piensan que el resto del personal es tonto. Y supongo que será de tontos no creerse aquello que nos dicen, porque lo más sencillo es pensar que tonto será aquel que piense lo contrario de aquello que nos quieran hacer creer. Y pienso... ¿no será más tonto aquel que piensa que los demás son tontos?, pero claro, luego entraríamos en la paradoja de pensar que sí, que realmente soy tonto, perdón, que somos tontos por pensar que los tontos son los que piensan que somos tontos y que por eso, por ser nosotros tan tontos, están autorizados a hacer cualquier barbaridad que como tontos aceptaremos y que como tontos creeremos, porque..., vamos a ver..., si pienso que algunos son tontos también soy tonto de pensar que porque piensan que nosotros somos tontos nosotros también los somos porque acabamos pensando lo mismo que ellos, que los otros son tontos. ¡Menuda tontería!
En fin, que mejor será el que me deje de tantas tonterías y asuma de una vez por todas mi papel social de tonto, de tonto de remate, de tan tonto, tonto, tonto y tonto que no entienda ni la más mínima tontería que los "otros" tontos me quieran hacer creer, hasta el punto de rozar la insumisión , porque el tonto no atiende a razones y por supuesto el sumamente tonto, que es tan tonto, tonto y rematadamente tonto, no entiende nada y no acepta ninguna cosa por tonta que ésta sea.
Lo dicho, me declaro tonto.