11 de juliol 2010

Som una nació

Soy catalán y me siento hoy más orgulloso que nunca de serlo. Sí, es verdad soy catalán de segunda generación, pero ahí precisamente reside la grandeza de esta tierra que consigue que los recién llegados se integren hasta el punto de hacer suya la tierra que pisan y nos sintamos arraigados a ella hasta el punto de quererla defender. Ayer, más de 1 millón de catalanes, que lo somos todos aquellos que queremos serlo, salimos a la calle a dejar constancia de que hemos decidido ser una nación y que ese sentimiento no habrá nadie que consiga doblegarlo o derrumbarlo. Salimos a protestar contra una sentencia que atentaba a los pilares más básicos de cualquier sistema democrático del Estatuto de Autonomía y que al margen de cualquier otra consideración era simplemente un pacto de convivencia con un Estado que se resiste a entendernos y que nos empuja con su actitud al vértigo de la independencia. El pueblo está preparado para ello. Me siento orgulloso de mis compatriotas pero avergonzado de nuestra clase política que divaga y divaga. Unos, atenazados por dependencias externas, otros empeñados en autoproclamarse líderes de la patria con ambigüedades cansinas, otros empeñados en fraccionarse en diminutas partículas para que se disuelvan los votos y la posibilidad de aunar mayorías para ese destino final que claramente se convierte en la independencia. Pero sobre todo, por encima de todo, quiero declarar mi repugnancia hacia un Partido Popular que desde siempre ha fomentado el odio entre los distintos pueblos de España, único responsable de todos los desencuentros y único responsable de la situación en la que nos encontramos.

Ahora la responsabilidad de nuestros políticos es la de gestionar la fuerza real de este millón de personas, de sus esperanzas, de sus expectativas y de no crear más frustraciones. La mayoría, es verdad, no queríamos llegar hasta este punto pero la fuerza centrífuga de los que no nos quieren lo hace inevitable. No corren tiempos para el sometimiento.

Foto: captura de la emisión de la Televisió de Catalunya