08 de novembre 2009

¡Dios mío!


Según información llegada a esta redacción el Vaticano está redactando una encíclica en la que se ordenará la fulminante excomunión a todo actor o actriz del cine pornográfico o erótico que en el momento de alcanzar el orgasmo, ya sea fingido o real, invoque su placer nombrando al creador con la consabida fórmula de "Déu meu", "Dios mío", "My God", etc., etc., incluyendo la frase en todos los idiomas habidos y por haber. La Curia considera que en estas escenas se vulnera sistemáticamente el mandamiento de que "no utilizarás el nombre de Dios en vano". Para el control de esta encíclica se pretende formar una Comisión de expertos formada por clérigos con antecedentes en pedofilia, pederastia y efebofilia que deberán visualizar toda la filmografía disponible del género y así poder identificar a los infractores del mandamiento. El Vaticano pretende así calmar, al mismo tiempo, los impulsos sexuales irrefrenables de los escogidos para formar la comisión y dejar, en la medida de lo posible, en paz a miles de inocentes.
Por otra parte la SGAE, enterada de la iniciativa, y como siempre velando activamente por la propiedad intelectual ha hecho público un ofrecimiento de colaboración con la Curia al considerar que se vulneran derechos de autor cada vez que se pronuncia la palabra "Dios" al aparecer está en libros antiguos y de reconocida autoría. Es así que dicha entidad demandará a cada una de las productoras cinematográficas que empleen en sus diálogos tal expresión aunque, por el momento, no tiene claro a dónde irán a parar las recaudaciones que se obtengan sobre dichas demandas.

Posdata: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.