28 de juliol 2009

Asco

Pasan los meses y esto parece que no tiene el más mínimo síntoma de recuperación. La situación política del país simplemente da eso, "asco". A la clase política parece importarle bien poco la creciente e imparable desafección de la ciudadanía respecto a los que según la "gloriosa" Constitución ejercen su representatividad. Y la verdad es que personalmente me niego a que se entienda que muchos de los que ocupan rimbombantes poltronas me representan en cualquier faceta de la vida. En primer lugar podríamos hablar de esos casos que actualmente llenan las planas de los periódicos más importantes. La mitad de ellos intentan trivializar asuntos que más que nada huelen a podrido diciendo que "todos los políticos reciben regalos, y sobre todo por Navidad". La otra mitad magnifican en la medida de lo posible el más mínimo asunto que luego la justicia, en algunos casos, reducirá a la más mínima expresión. Unos y otros, tanto políticos como medios, apelan constantemente al "sentido común", algo que constantemente cuestiono y que por supuesto nunca encuentro ya que tal sentido no aparece publicado en ninguna norma o decálogo y tampoco es plan de recurrir al catecismo católico. Hago referencia el sentido común porque esto nos llevaría a pensar que ese mismo sentido haría que en el momento de votar cada cuatro años a una u otra opción fuéramos consecuentes con estos sucesos que asco nos provocan a algunos y que justificaría sobradamente ejercer ese derecho eligiendo una opción que como mínimo no nos produjera una sensación repulsiva. Pero lo curioso es que por muy gorda que la hagan o que se comporten de forma asquerosa los resultados electorales no reflejan de ninguna manera sus asquerosos actos. Y precisamente es cuando esa clase política justifica sus fechorías diciendo que "tan mal no lo hacemos ya que la gente nos sigue votando". Me entristece pensar que parte de razón tienen ya que la gente sigue votándolos pese a las continuas sospechas, algunas incluso confirmadas, así que da igual que hagan lo que hagan pues parece que poco nos importa o nos importa, pero nos da igual y encima les aplaudimos. Siento vergüenza de pensar que eso pasa y pasará. Y es ahora cuando volvemos al principio pues aunque sólo fueran a votar el mismo número de personas que componen las listas de los partidos la composición de los parlamentos sería completa, es decir, aunque sólo fueran a votar los 300 y pico parlamentarios que deben ser elegidos en el Congreso de los diputados de España ellos mismos y solitos llenarían todos los escaños. Por eso digo que parece importarles bien poco la desafección generalizada y por lo tanto tampoco se preocuparan jamás de detener un comportamiento más ético con lo que la mayoría entenderíamos como "sentido común". Todo esto es una buena razón para que no tengan ni puñeteras ganas de cambiar la ley electoral que permita que los ciudadanos jueguen un poco a las quinielas de la política, deben pensar que todavía no estamos preparados para eso (como si ellos sí lo estuvieran). Hoy precisamente he escuchado que somos el único país europeo que no tenemos diputados que nos representen de una forma cercana. Quiero decir que en la mayoría de los países europeos la gente elige a un representante que tal vez no diste la puerta de su casa respecto a la nuestra más de 500 o 1000 m. Por eso será que siempre vemos las mismas caras aunque, eso sí, ocupando diferentes cargos.
Así que pese a los 2 millones de parados los medios y los mediocres siguen hablando de trajes, anchoas y bolsos pijos esperando que el tiempo vuelva a recolocar de mala manera todo aquello que aproximadamente cada 10 años nos hace dar la vuelta al corazón y sumergirnos en un desánimo generalizado llamado crisis. Tanto analista, tanto sabio y tanto catedrático parece servir de bien poco para sentar bases de futuro muchísimo más estables. Hoy estoy, por decirlo de alguna manera, un tanto negativo. Precisamente ahora que celebramos el 40 aniversario de la llegada del hombre a la luna tendríamos que reflexionar que llevamos esos 40 y muchos más sin solucionar otros problemas más terrenales y que parece nadie está dispuesto a estrujar la más simple de sus neuronas para solucionar.Por último quisiera realizar una reflexión sobre la economía de tipo liberal. La misma definición, por lo que tengo entendido, proclama que habría que dar preferencia y dar más oportunidades a los que más valen, pero eso tiene mucho peligro porque no todos tenemos el privilegio de estudiar en las mejores universidades del país o incluso del mundo y no todos nacemos con coeficientes intelectuales por encima de 100 y es entonces cuando éste tipo de corriente llamada "liberal" parece condenar al que no sobresale por encima de la media, pero lo condena a la más absoluta miseria y a la más absoluta falta de oportunidades de desarrollarse como persona en el sentido más global de esa definición "persona". Digo esto porque el "papá" Estado tiene que protegernos a los más débiles de esa falta de oportunidades que el sistema liberal sólo ofrece a los más capacitados. En fin, esto es una teoría que habría que desarrollar, con más espacio y más tiempo y no quisiera agotar.