12 de febrer 2011

Egipto


Celebrar la caída de un dictador siempre es buena noticia, especialmente para los que lo sufren. Sí, este mismo dictador al que las más notables democracias occidentales le han reído las gracias durante 30 años y que ahora se apresuran con empujones a celebrar su escapada, escapada suficientemente apoyada económicamente ya que se le calcula una fortuna de aproximadamente 80.000 millones de dólares atesorados durante todos estos años mientras que el 40% de la población de Egipto vive en la pobreza. Queda el temor de la islamización, queda el temor de que suceda algo parecido de lo que pasó en Irán tras la caída del Sha, pero tal vez una mano negra o una mano con barras y estrellas manipule lo suficiente la transición a la democracia como para que todo, más o menos, siga igual que siempre aunque con diferentes cabezas.

Adjunto el enlace de un interesante artículo publicado hoy en La Vanguardia.

http://www.lavanguardia.es/opinion/articulos/20110212/54113455186/revolucion-en-egipto.html

Foto: elpais.com